En los albores del año1914, el joven campesino sevillano Mauricio Miranda es acusado de un execrable delito, que asegura no ha tenido intención de cometer. Perseguido y acosado, consigue escapar. En su huida, inicia una odisea por distintas ciudades españolas hasta llegar a afincarse en Barcelona. En la Ciudad Condal, ajeno al acoso policial, su vida parece asentarse, obtiene empleo en una pequeña fábrica del Raval y conoce a Noelia. El amor mitigará la ansiedad de fugitivo y la angustiosa ausencia de noticias del pueblo. Su vida comienza a rodar acorde a la felicidad, hasta que ciertos acontecimientos sociales, acaecidos en la primavera y verano de 1915, hacen regresar los fantasmas del pasado reciente. A punto de zarpar con Noelia a Buenos Aires, es detenido y encarcelado. Ante la amenaza de la peor condena, acepta, como salvación temporal, el alistamiento al contingente que Cataluña enviará inminentemente a África.