A comienzos del siglo XX, la explotación de África por los países europeos estaba en toda su plenitud, y en este marco, en pleno centro de continente africano, un pigmeo se salva casualmente de la destrucción de su aldea y del exterminio de toda su tribu para acabar siendo comprado como esclavo y terminar en la localidad norteamericana de San Louis, ciudad donde se unirá a un poblado de pigmeos que allí se instaló como un espectáculo más de la Louisiana Purchase Exposition, coincidente en el tiempo y en esa misma ciudad con la celebración de los III Juegos Olímpicos modernos, en los que el racismo se evidenció también de manera diáfana con la celebración de los Anthropology Days, en los que, con la excusa de tratarse de unas jornadas sobre antropología, se exhibieron diversas etnias compitiendo en pruebas deportivas mientras se reservaban las pruebas olímpicas oficiales para atletas exclusivamente de raza blanca. Esta historia troncal se va mezclando con otras transversales en las que se reflejan problemas personales, sucesos y semblanzas relacionadas de una u otra forma con el relato principal. Se trata, en realidad, de un alegato contra el racismo disfrazado de novela de aventuras.