Boris von Skossyreff, nacido en 1896 en Wilna, vástago de una acomodada familia aristocrática rusa y oficial de la Flota Báltica, huido de la Revolución de Octubre, encarcelado en Alemania como espía inglés y galardonado con el título de conde de Orange por la reina Guillermina de Holanda; durante 9 días el rey de Andorra que iba a integrar el país a la vida moderna hasta que la Guardia Civil pusiera fin a sus pretensiones, son las estaciones más destacadas de su vida antes de su supuesto fusilamiento por los alemanes en la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.
Desmitificando estos y otros datos, cuentos y leyendas nos enfrentamos a una versión histórica diferente, pero no menos apasionante de un emigrante sin pasaporte que nos lleva en su incesante huida de las autoridades a través de casi todos los países europeos, para volver forzosamente a su Rusia natal, condenado a 25 años de trabajos forzados en el GULAG de Stalin y terminar, finalmente, en 1989 en la ciudad alemana de Boppard.