Txuma Beitia tiene cincuenta años de edad y cuarenta kilos de sobrepeso. Pero, sobre todo, tiene una gran afición a txikitear con su cuadrilla, y una pasión desmedida por el Athletic.
Antón Gorostiza tiene noventa años y pesa poco más que los kilos que le sobran a Txuma. Pero, sobre todo, tiene una gran inteligencia y unas desproporcionadas ganas de vivir, porque, a pesar de su edad, posee la vitalidad y la mentalidad de una persona joven.
El día de la Amatxu de Begoña, que es también el día de los txikiteros, Txuma tiene un encuentro con un extraño ente que le obligará a llevar una vida sana, alejada de esa zona suya de confort que son los bares y su amada cuadrilla de txikiteros. Pero lo peor que le podía pasar a Txuma Beitia era perderse uno de los partidos históricos del Athletic en Old Trafford: (Manchester United 2 – Athletic 3).
Ese mismo día de la Amatxu de Begoña, Antón, en una comida con toda la cuadrilla, hace saber que sufre una enfermedad terminal. Algún tiempo más tarde ocurre un milagro, pero resucitar a los noventa años conlleva una serie de daños colaterales difíciles de asumir.
Txuma, de manera casual, se entera de ciertas traiciones, y las diferentes venganzas serán tan crueles como desternillantes.
Esta novela está plagada de reflexiones y de personajes auténticos. También de alocadas peripecias, pero, sobre todo, de humor: de mucho humor del que usamos aquí, en el Botxo.