La muerte es un cambio más en la existencia del SER. Una transformación de la energía que somos a otra forma de existir. Negarla supone para nuestra alma un atisbo de sufrimiento y caos.
El personaje de Victoria nos lleva de la mano y nos hace de guía paseando por las experiencias personales y profesionales de la vida de Arael. Nos desvela las inseguridades y los miedos más profundos de la protagonista, así como los resultados de su aprendizaje tras una búsqueda perseverante, con la finalidad de encontrarse a sí misma y obtener respuestas que le dieran claridad para comprender el sentido de la vida y la muerte.
Arael, a pesar de tener que lidiar con los obstáculos, logra fluir, evolucionar y avanzar hacia una nueva vida. Consigue graduarse como enfermera para llevar a cabo la vocación de su alma y trabajar con pacientes geriátricos en el acompañamiento en el final de la vida, con el compromiso de aliviar el sufrimiento espiritual, no solo en los pacientes terminales, sino también en la familia.
Nos facilita comprensión hacia la muerte y comparte con nosotros herramientas que ayudan a gestionar de una manera positiva nuestras emociones, para tratar de disolver el miedo que impide lograr la aceptación y realizar un acompañamiento de calidad desde el amor, en el bello proceso de transición en el que se libera el alma.
Buen viaje nos invita a llevar a cabo nuestra propia reflexión, con el fin de ayudar, guiar y acompañar al lector en su propio proceso de afrontamiento personal.