16 de agosto de 1977. Definitivamente aquel fue un mal día. Y eso que Matt es un tío muy optimista, no muy listo, pero optimista. Sin embargo, justo antes de atracar un establecimiento de Franklin (Tennessee), se entera de que su ídolo, Elvis Presley, ha muerto. No obstante, lo peor llega cuando una serie de imprevistos le obligan a secuestrar a Paul Harpeth, un asustadizo hombre que se verá arrastrado por Matt para ir a Graceland a despedir al rey del rock. Pero, como era un mal día, Matt es perseguido por la policía, acusado de asesinato, y por el FBI, sospechoso de ser un espía extranjero. ¿Puede ir a peor? Sí, está claro que sí.