Caballeros y Demonios nace de una historia real, verdadera, como fue la noticia del descubrimiento de una especie de pasadizo cerca de San Nicolás. Esto, unido a que mi niñez estuvo íntimamente ligada a este convento, hizo que mi imaginación volara de la mano del olvidado Capitán Trueno villafranquino, Gabriel de Robles, a esos años del descubrimiento del Nuevo Mundo.
Este hombre, Gabriel de Robles, es el protagonista de esta historia. Él y la gente que a su lado estaban vivieron una aventura increíble; una aventura sin parangón en unos años dominados y espoleados por el descubrimiento de América y el ya consolidado Renacimiento.
Aún no hacía un siglo que se conocía el Nuevo Mundo (1575), cuando Gabriel de Robles, estando en el Perú, recibe dos cartas de la Compañía de Jesús, los jesuitas, haciéndole un gran encargo. Este trabajo le lleva, junto con dos amigos de la infancia, a verse envuelto en una trepidante aventura; una aventura que les hará recorrer medio mundo en compañía de algo oscuro y antiguo, algo que se pierde en la noche de los tiempos.
Selvas, demonios, piratas y una fascinante y frenética carrera contra el tiempo; desde La Coruña, por el Camino de Santiago, hasta Villafranca. Un peligroso viaje por una Galicia mágica y misteriosa en la que las antiguas meigas eran, si cabe, más verdaderas y temibles.