Caballo blanco. De entre todos los modelos de héroe que la literatura ha ido conformando a lo largo de la historia, hay un modelo, podríamos decir, más humano. Uno que nos atrae de forma especial. Aquel que es arrastrado por las circunstancias a combatir con otros enemigos intangibles: su propio yo. Es su conciencia quien le empuja a librar una batalla constante contra sus demonios interiores, una lucha psicológica que tiene que librar provisto de una sola arma: la dignidad. Sí, tiene una misión que cumplir, un enemigo a quien derrotar, mas es una lucha larga, quizás toda la vida, pero la recompensa no es la admiración o la alabanza de los demás, sino la paz interior, la reconciliación con el propio yo.
Es un héroe complejo, incluso un antihéroe, porque no tiene un pasado elogiable, noble. Su viaje en busca del enfrentamiento es un viaje interior, cuya brújula es una brújula moral, que señala el norte de los valores que se ha impuesto a sí mismo. Es un héroe herido. Una herida infligida en el campo de batalla de la vida, en un camino que quizás elegiste transitar pero que te ha construido como hombre y que ahora quieres rectificar. Para ello eliges otro sendero, el que te aleja geográficamente de tu pasado pero que no sabes dónde y cómo acaba. El descreimiento, la desconfianza y la incertidumbre son tus compañeros de viaje. La fuerza de la moral, el descanso espiritual y el valor de la dignidad son tu armadura. Pero es una lucha de uno mismo consigo mismo, con el demonio del pasado.
Este es un héroe humano, cercano, en una batalla que conocemos: la que muchas veces tenemos que librar para seguir considerándonos hombres o mujeres, para estar en paz con nosotros mismos.
Horsewhite, que así es como se llama el que nos ocupa, reúne todas estas características que lo hacen uno de los nuestros. Porque nos gusta que los héroes se desenvuelvan en fantásticas lides, en constantes peligros, en intrépidas hazañas. Que queramos ser como ellos. Eso está en nuestro acervo literario, hemos vivido y hemos viajado con ellos por toda la literatura fantástica. Él es todo eso y todo lo contrario, por eso es un héroe moderno y antiguo a la vez. Sí, tiene todo el atractivo del aguerrido hombre del medievo, pero sus valores son eternos, necesarios.
Horsewhite no está solo, aunque su condición le empuje a ello, siempre se busca la compañía, pudiendo ser ésta de condición humana o animal. Los personajes que le irán acompañando conformarán el bálsamo que necesita contra su compulsiva introspección y su hiriente soledad. Un bálsamo que le ayudará a restañar las heridas del pasado.
Reyes, princesas, nobles, guerreros, escuderos, curas, taberneros, villanos…. buenos y malos, el bien y el mal, que es de lo que se trata en toda aventura heroica, ya sea ésta interior o exterior, se dan cita en esta novela que seguro que será del agrado del lector que al mismo tiempo busca en la narrativa el entretenimiento y la reflexión. Para ello, aquí está Caballo Blanco, cabalgado con un héroe diferente, oscuro, con una amarga carga, la carga del héroe herido.