Hay pueblos reales y hay pueblos inventados. Y luego está Calandria, ese lugar a medio camino entre la memoria y la imaginación donde lo que importa no es el qué, sino el cómo se cuenta.
Quince relatos breves, luminosos y punzantes, que retratan el temblor de la vida diaria con una mezcla de ironía, sensibilidad y una aguda conciencia del tiempo que pasa. Desde el absurdo de una guerra de helechos y hortensias entre vecinas, hasta el vértigo de un accidente que detona una reflexión vital; desde el reencuentro con un amigo que nunca debió irse, hasta la historia mínima de una plaza que ya no es lo que era.
Calandria a lo lejos no es solo una colección de cuentos: es un espejo en el que cualquiera puede reconocerse. Un libro para quienes creen que en los detalles se esconde la verdad, y que a veces lo más pequeño es también lo más trascendente.
Porque hay lugares que nunca se olvidan. Y vidas que merecen ser contadas, aunque solo ocupen unas páginas.