«Al terminar de leer el último de los poemas, brotó en mi interior una primera impresión: esto es poesía en estado puro. Fue el epígrafe que surgió de mi lectura». Del prólogo de Francesc Catalá Gorgues.
«Yo, personalmente, me quedo con lo que, de vida, de la suya propia, de la vida en general, incluso de la Vida, ha logrado recoger en su poemario». Del epílogo de José Antonio Molina-Niñirola Hdez.