En Camionero, poeta y trovero el lector encontrará una gran variedad de poemas puros inspirados en elementos del entorno geográfico y cultural de su autor, toda una vida en verso, desde sus primeros poemas de amor, pasando por sus innumerables homenajes para honrar a propios y extraños, hasta sus elegías para despedir a sus amigos más íntimos. Todos ellos, compuestos desinteresadamente y con la sencillez y cercanía del habla del pueblo, pero con una gran originalidad, expresividad y maestría, impropios de un artista de nula experiencia académica como él. Manolo Sabater quizás no sea el mejor poeta que haya existido ni quizás tampoco el mejor trovero que haya pisado la tierra, pero lo que sí es probablemente cierto es que es el mejor trovero poeta y el mejor poeta trovero que ha habido en el mundo entero.