Este volumen recoge una muestra de la producción lírica del autor. Cincuenta y cinco poemas en los que el amor es la figura clave: el yo lírico que evoca ya a las cantigas medievales galaico-portuguesas o, bien, a ese amor, infinita inocencia, como escribe Pessoa:
«Porque quem ama nunca sabe o que ama
Nem sabe porque ama, nem o que é amar…
Amar é a eterna inocência,
E a única inocência é não pensar…».
Es el mismo sentir que defendieron Abelardo y Heloísa contra la mi-soginia del Vaticano de su tiempo, y continúan reivindicando como «sublimes amantes», desde su retiro monástico de París.
Hay también cabida para una evocación al templo de la Vera Cruz de Carballiño, todo él, puro «cántico», o un homenaje íntimo a Federi-co García Lorca, versos conmovedores, para ser ofrecidos a la lectura atenta de todo amante de la poesía.