Un torero lo que espera es cumplir su sueño en “El triunfo de una tarde”, aunque eso lo puede llevar al “Infierno o la gloria”, ya que no le importa perder su vida o, sin más, convertirse y pasar a ser una “Leyenda viva” porque lo único que conoce es el mundo del toro. Muchas veces, son los niños y niñas los que desde pequeños quieren transformar sus pasos en “Andares de oro”, no obstante, las “Dueñas en el olvido” siempre estarán ahí en el papel del silencio. Al seguir adelante, nos remontaremos a “La Edad de oro del toreo” que nos llevará a admirar la época de mayor esplendor de la tauromaquia. Y como en todas las artes, aparecerán las luces y las sombras que descubrirán en “La suerte de varas” la bravura del toreo. Hay muchas partes en juego en una tarde de corrida que desvelan “Sentimiento y emoción”. Sin embargo, en la actualidad muchos se preguntan, ¿qué va a pasar con el mundo del toro? Quizá vamos “Hacia un destino incierto”, donde pocos tienen la inteligencia, temple y valor que marca con sello propio a “Los dueños del secreto”. Esto nos lleva a plantearnos, ¿cómo está cambiando el mundo del toro? o acaso ¿es difícil ser torero?, pero mientras haya vocaciones habrá “Jóvenes e inocentes sueños”, que despierten “Sensibilidad y sentimiento”. En cualquier caso, siempre hay una “Parte de atrás del palco” donde rige un reglamento. Al final de la temporada, toca hacer análisis y reflexión de las “Vivencias de un torero”. También se recuerda a los legendarios de la reciente historia que, al observar sus retratos, dejan ver “La soledad en la cumbre”. Y al final del todo, continuamente aparecerán “Las sombras del miedo, por la falta de afición”.