Cariyárbur es un cuento, es una novela, es un thriller, pues, a través de un cuento ancestral que Gabriel, profesor de Biología de la Universidad de Extremadura, escucha de su abuela, se inicia la búsqueda de otro de los personajes del libro: Cariyárbur, un árbol mágico que se alimentaba del cariño de la naturaleza y del amor de los hombres, pero que en tiempos atávicos fue traicionado por estos últimos y desapareció de la faz de la tierra.
Y la trama sigue en una novela que se desarrolla en la Selva Negra alemana, donde surge otro de los intérpretes principales de la historia: Eiche, un agente forestal bávaro que, sin pretenderlo en un principio, se une a la aventura iniciada por Gabriel, con el que, a partir de ese momento, creará unos lazos de amistad imperecederos.
Los dos amigos reanudan entonces juntos la búsqueda de la leyenda del Árbol Blanco, transformándose la novela en un thriller; pero un thriller bastante inusual, porque en vez de tratar de descubrir a un asesino, a los culpables de un delito de alta traición o algún psicópata que tiene aterrorizada a una ciudad; aquí se trata de devolver la salud “científica” a un muerto legendario con forma de árbol.
La leyenda del Cariyárbur posee vigor narrativo, originalidad, dinamismo, interés y sorpresa.
La detallista y ágil prosa de Antonio Gutiérrez nos desvela los caminos físicos y espirituales por los que el hombre, desde siempre, ha deambulado buscando su identidad.