Cartas a mi guerrera es una brillante y extraordinaria obra, además de viva, valiente, reflexiva, emocional, sensible e inteligente. Se trata de una extensa carta que el autor escribe a su pareja fallecida, contándole cómo vivió durante sus últimos meses junto a ella, enferma de cáncer..
En un aspecto puramente formal, utiliza un estilo cercano, directo —sin caer en ningún momento en lo vulgar— y empático, claramente dirigido a cualquier tipo de lector.
Sin duda, este extraordinario bocado de realidad puede servir de inspiración y de ayuda a muchos de sus potenciales lectores. Todo un ejemplo existencial que merece la pena conocer.