Julia, nacida a finales del siglo XIX, está casada con un joven heredero y vive en la casa de su familia política, en el campo. Su marido trabaja y vive en la ciudad y ella reside en la casa solariega con la única compañía de Paquita, una vieja ama, y donde recibe esporádicas visitas de su suegra. Un terrible acontecimiento y el descubrimiento de algunos secretos de ambas familias —la suya y la de su marido— obligará a la protagonista a tener que enfrentarse, ella sola, a unos hechos del pasado que enturbian su vida de casada. Cenizas vivas está narrada en primera persona y en tiempo presente y nos transporta a principios del siglo XX. Nos presenta a una joven protagonista que en sus primeros años de matrimonio debe luchar contra los prejuicios de la época —sociales, familiares, religiosos, culturales y políticos— de los que ella también es una víctima .Las incursiones que la narración hace en el pasado proporcionan al lector las herramientas para poder interpretar el presente que viven los protagonistas, teniendo en cuenta el contexto en el cual se desarrolla la acción.