El autor de este libro, Jom Friser, es un profesor de secundaria (catedrático de Física y Química, investigador, escritor y poeta), que en tiempos de controversias educativas y en medio de reformas y contrarreformas continuó impartiendo la docencia utilizando siempre metodologías estimulantes, afectivas y emotivas con el objetivo de ofrecer a sus alumnos una preparación racional para la vida. En este libro se describen relatos y vivencias en positivo.
¿Por qué? ¿Por qué cada gobierno entrante hace una nueva ley educativa que modifica y deroga la anterior? ¿Cuál es la razón y la causa? En el libro se hace un análisis detallado. Cada ley generó en su momento confusión, desapego y desorden y en algunos casos confusión de conceptos estructurales de aprendizaje. Las consecuencias de todo ello son múltiples, pero una es muy comprobable: desconcierto para alumnos, madres, padres y profesorado que han visto como los colegios e institutos se ha convertido en un laboratorio para hacer experimentos políticos.
Con todo ello, algunos autores apuntan la posibilidad de «educar para la incertidumbre», porque lo que hoy es cierto, puede ser que mañana no lo sea. En este sentido, se sugiere: «aprender lo indispensable, porque cuando se necesite saber algo, ya se aprenderá, pues, lo que se aprenda hoy, quizás mañana no sirve». En este contexto, se apunta la idea que conviene «educar para el caos», a causa de las continuadas situaciones de orden y desorden y en general de factores entrópicos que se dan en los ámbitos sociopolíticos, culturales y educativos. En un entorno per-manente de caos educativo, el fracaso escolar quedaría diluido dentro del mismo magma que lo ha creado y ya no tendría sentido de tenerlo en cuenta ni cuantificarlo. ¿No será la LOMLOE el punto de entrada de «educar para el caos»?