Las motos son muy atractivas para muchas personas, pero su conducción es más compleja de lo que la mayoría piensa. Lo mejor es hacer un aprendizaje progresivo e inclusivo, haber hecho muchos kilómetros en bicicleta desde niño, seguir con un ciclomotor en la adolescencia del que no te despegas, comprarte una motocicleta de media cilindrada a partir de los veinte para comenzar en el mundo de la moto y terminar a los treinta con una señora moto. Sin embargo, no todos pueden o quieren seguir este camino, por ello este libro da consejos para los nuevos moteros entrados en años, que desde pequeños han querido tener una motocicleta, o los que el afán de ser moteros les ha surgido de forma repentina y deciden adquirir una moto. Ir en moto es un placer, no dejes que se convierta en una tragedia.
La moto es una pasión. Solo mis dos hijas han conseguido dejarla un poco aparcada en el garaje.