El día menos pensado todos caemos.
Me llamo Emma y tengo que admitir que yo caí.
Caí a un pozo, concretamente, y al otro lado me encontré un mundo desconocido lleno de pesadillas. Al llegar allí lo olvidé todo. Intenté volver a casa y, en aquel recorrido, viví sucesos que me ayudaron a recordar parte de mi vida, y quizás también a encontrarme a mí misma.
Sabía que tenía que salir de aquel lugar. Bueno, teníamos, yo y mi nuevo amigo Hugo, que llevaba en ese mundo dos años encerrado, y que me ayudaría a sacar lo mejor y lo peor de mí misma.