Llegamos a este mundo sabiendo a qué vinimos, pero sin recordar lo que nos toca aprender, nuestra tarea es resonar y hacer que nuestra propia vida sea maravillosa en el recorrido, aceptando que la felicidad está en nosotros mismos y que podemos lograr todo lo que nos imaginamos solo con pensarlo, sentirlo y haciendo que la vida fluya a nuestro alrededor, para después volver a la madre con la tarea resuelta.
En el transcurso de nuestra existencia, nos vamos apegando a seres que nos acompañan en este caminar, algunos por poco tiempo y otros toda una vida, y en este recorrido van apareciendo los miedos, las frustraciones, se van repitiendo historias familiares que nos dan señales para hacer un cambio, dándonos cuenta de que todo es un aprendizaje y que debemos disfrutar del camino, venciendo los miedos proyectando nuestra felicidad.