Es difícil mirar hacia atrás e identificar el momento en que una persona, y más aún siendo solo un niño, descubre el mundo de las letras, el inacabable festín de la lectura y el innegable rescate de la poesía. Lo que es sencillo es entender que no hay retorno; aún sin considerarse poeta o escritor, la vida enseña el camino, con cicatrices y regocijos, verso a verso, con calma.
Esta recopilación de versos reúne treinta años de vivencias y ocurrencias, propias y extrañas, reales e inventadas, distantes y tan cercanas como la mismísima inspiración. Este libro es, en esencia, un libro dirigido a la familia. En definitiva, este libro es un homenaje a mi familia.
Por último, estos versos nunca fueron escritos con la intención de ser publicados