Magda, una chica adolescente que atraviesa un momento de crisis tan propio de su edad, vuelve al pueblo de la infancia por vacaciones y allí tiene una experiencia singular y llena de misterio: se encuentra, cara a cara, con María Magdalena, la santa, cuyo nombre lleva y que, además, es la patrona de la localidad.
Durante nueve días, sentada junto a ella en el banco de la iglesia, María Magdalena le revela distintos momentos de su vida desde que, adolescente como la protagonista, descubre la belleza y la decepción del primer amor: duda y pierde su fe, vive el desencuentro con su familia, experimenta en cuerpo y alma, la más alta degradación del ser humano…, el pecado y la condenación. Finalmente, le habla largo y tendido de su encuentro y conversaciones con Jesús y el milagro del Amor que ella experimenta y que la transforma como mujer y como ferviente discípula.