En la pausa del cruce de miradas con la luna llena, en el rojo en tus ojos de un atardecer, en la lluvia de unos parpados que no pueden abrirse, en las pequeñas cosas que registramos con la vista y que se pueden perder, importante plasmar en papel. Registrados todos esos momentos que vieron florecer diferentes sentimientos, emociones, cosas que ni una mirada afilada puede ver…
Imaginemos por un momento un mundo libre, un mundo con inteligencia emocional, donde, sin miedo a los prejuicios, nos expresáramos en libertad, sin condicionarnos por un mundo superficial; de eso va Conversaciones con la Luna, de abrir el corazón en el momento sin pensar, puro sentimiento de un solo trazo sin correcciones, el momento en un texto y nada más.
Agradecidos al apoyo incondicional de quien peleó por la luz de estos textos, por quien entregó el cuaderno, por quien le dio el brillo, por quien remó en agua estanca, pues la felicidad solo es real cuando es compartida.