Las autobiografías suelen escribirse durante la apacibilidad del final de la vida… Memorias del recuerdo, la confesión de la trayectoria vivida. Pero este cuaderno de ruta tiene la particularidad de haber sido escrito al borde de una muerte anunciada, por lo tanto, es un documento de carácter humano invalorable.
La imaginación recrea lo difícil que debe de ser conversar sobre uno mismo, sobre todo cuando has dialogado con tanta gente. Además de su carga existencial, estas líneas también manifiestan la autoridad y profundidad de haber dirigido uno de los periódicos más prestigiosos de América Latina (El Nacional), así como el programa de televisión Conversaciones con Alfredo Peña (el más visto del canal de mayor audiencia en sus tiempos, Venevisión) y, en su condición de independiente, haber sido alcalde mayor de la ciudad de Caracas.
Más que pormenores e intimidades, debajo de este libro subyace la expresión de ideas en el contexto de la lucha por los ideales de equidad.
Alfredo Peña fue el periodista cuya verdadera profesión fue la de comunicador de justicia social.
Peña tuvo la trascendencia de vivir en sus carnes los episodios del paso del siglo XX al siglo XXI de una Venezuela que, lamentablemente, aún sigue convulsionada.
Hombre controversial, acucioso y asertivo; de ahí, la densidad de sus escritos.