La estructura de esta obra se revela como una red meticulosamente tejida compuesta de 22 relatos que, aunque individualmente completos, se entrelazan para formar un todo cohesivo.
Estilísticamente, el autor emplea un lenguaje directo, sin adornos, que se adapta a la naturaleza de cada historia. El uso del humor negro y la sátira funcionan como un mecanismo para abordar temas difíciles, permitiendo al lector enfrentar realidades incómodas de una manera más accesible.
En resumen, Cruceros al Más Allá se presenta como una obra que no solo entretiene, sino que también desafía al lector a reflexionar sobre las normas sociales, las relaciones humanas y la búsqueda de significado en un mundo caótico. Su habilidad para combinar lo cotidiano con lo extraordinario, lo realista con lo absurdo, hace de esta obra una pieza literaria significativa y relevante en el contexto actual