Tal vez este libro sea la forma sutil de mostrar desnuda la verdad en la vida de aquellos que un día tuvieron que emigrar dejándolo todo por ir en busca de sueños que para muchos nunca se hicieron ni se harán realidad.
Es el despliegue de una carta tardía que nos llega del otro lado del mar, donde un día existió un llamado “Sueño Español”. Fueron once años estando aquí al pie del cañón, como lo hacen los corresponsales de guerra. Casi abatido, roto por fuera y por dentro, pero con la fuerza de voluntad necesaria para seguir entre penumbras en esta odisea; La idea de escribirlo nace desde el momento en que tomo la determinación de venirme a Europa y adquiere fuerza cuando John Valdivia, un emigrante sin papeles, compañero de piso, muere trágicamente.
Después vinieron sucesos donde se comprenderá que en la vida del emigrante en España no todo es estar en la cumbre y no todo es felicidad.
Quizás debí haber escrito sobre la felicidad y no sobre la infelicidad. Si así lo hubiese hecho nunca habría encontrado un final, con la adversidad de Sandra Lebranc, termino de escribirlo, placer imbatible que me ha dado la vida. A veces pienso que si no hubiese sido emigrante jamás lo habría escrito, más hoy no estaría en sus manos, Si acaso al leerlo revive en tu alma algún sentimiento, habré cumplido una misión. Entonces daré gracias a Dios porque a pesar de la crisis, algunos sueños se hacen realidad.