Deja de perder el tiempo en opinar y hablar de tu vecino.
Deja de comentar los éxitos y los tropiezos de otras personas y céntrate en tus proyectos.
Atrévete a decir: «Me importa una mierda lo que opinen de mí».
No es ser maleducado, es ser REALISTA.
Solo tenemos una vida y no podemos dejar de hacer lo que nos apetece porque alguien vaya a opinar sobre nosotros o simplemente porque nos pueda salir mal y se vayan a reír de nosotros.
Ese «miedo» que se crea, es «cojonudo» superarlo. Hace sentirnos con el poder como el de un superhéroe o un supervillano.
Para gustos los colores.