La irrupción explosiva de esta pandemia virulenta en nuestras vidas nos ha hecho aplicar el objetivo de la máquina de retratos sobre los paisajes que se han ido presentando a lo largo de días y días, desde que se les cayeron los antifaces de la incredulidad a los gobernantes que tocan ahora, hasta que casi he acabado con los bolis que tenía en casa, a cuenta de este cuaderno de notas que tienes entre tus manos, lector de mis entretelas. Ni que decir tiene que las tripas de esta Covid-19 van a dar para bastante más que estas páginas de Cuando esta se pase, y lo que te rondaré, morena, pero doctores hay que se aplicarán el cuento y nos ofrecerán más páginas en torno a la materia referida. Es seguro que esta historia va para largo, ¡al tiempo!
De lo que no tengo ni idea —así de claro os lo digo— es cómo vamos a ser cuando lo de esta se acabe, me da que no mucho mejores que antes, porque la experiencia de nada sirve si no va acompañada del propósito de hacer la mejora. Solamente llegaremos a ser mejores si nos lo proponemos firmemente, y me da que no hay demasiada voluntad…, ¡me da!, que tampoco soy adivino.
El autor: Fernando González Cimadevilla