Imaginaos cuatro amigas que quedan después de un tiempo sin verse. Pasan dos días con sus parejas entre juegos, risas, anécdotas e historias. Una de esas historias la cuentan Isabel y Laura. Narran cómo hace años un viaje repentino les cambió sus vidas. Laura, reportera, quiere pasar unos días con su reciente novio Lucas. Juntos planean un viaje a Santa Olaya, un pueblo costero de Euskadi, y también una cita a ciegas entre su amiga Isabel, fotógrafa de profesión y enfermera de vocación, y Pol, compañero de trabajo de Lucas. En la cita conectan. Los cuatro planean esos días de turismo y tapeo por la costa, pero, por un impulso, las dos amigas ven un posible artículo para la revista en la que trabajan en una pequeña excursión a unas islas cercanas. Un improvisado, guapo pero gruñón guía y una caída aparatosa les cambiarán los planes arrastrándolas en un tornado de emociones. Emociones que sentirán por dos hermanos que regentan el hostal de la isla, donde las fuerzas de la naturaleza las obligarán a permanecer varios días. Uno de ellos, el mencionado guía, Nick, que además es el jefe de policía de la isla. La leyenda de unos peces mitológicos, una noche de juegos, un cóctel personificado, las numerosas hormigas que les recorren el cuerpo cuando los sienten cerca. Un beso bajo la tormenta, una tarde inolvidable con los hermanos haciendo de guías exclusivos, un paseo por la playa, un incendio peligroso. Días intensos que les inundarán las mentes con un tórrido romance, una amistad que crece y un deseo que ya no podrán resistir. Decepciones, sorpresas, diversas decisiones y… os seguiría contando, sin embargo, prefiero que lo descubráis con vuestros propios ojos. Os invito a leer este cóctel de amor combinado con dosis de humor, momentos de acción, amistad y, ¿por qué no?, un toque de fantasía. Llamémosle… mitología creativa. ¿Te atreves a probarlo?