Cuentos adversos reúne tres relatos en los que sus protagonistas quedan expuestos a la intemperie. En ocasiones son el azar y la fatalidad los que fuerzan una existencia desafortunada; sin embargo, cuántas veces son nuestra elección o el abandono los que abocan a situaciones adversas y a vidas frustradas. El autor, en estos relatos, no solo describe con certeza los avatares de los personajes, sino que, sin piedad, los obliga a mirarse en el espejo en un ejercicio de autorreconocimiento y los persigue en su alocada huida de sí mismos para, al final, precipitarlos al vacío.
El vecino de enfrente describe a un individuo con una psicología desviada, un sujeto social inexistente que ahonda cada vez más en sus propias miserias y termina ahogado en un mar de soledades. La silla es el testigo mudo de presencias y ausencias, de pasado y presente; la sumisión y la renuncia a la libertad individual llevan a la protagonista a la pérdida de todo, especialmente de la propia felicidad. En El Viaje de Juan Bermeo se describen situaciones de los años setenta del siglo pasado, una década prodigiosa que marcó un antes y un después en la realidad sociopolítica y en las vivencias personales de toda una generación, en nuestro entorno y más allá. Juan Bermeo sufre en propia carne la vorágine de los nuevos tiempos, y cual Ícaro moderno vuela y se precipita en sucesivos intentos.