El autor presenta una historia complicada, con personajes incorpóreos. Existen en el país cientos de bibliotecas. En una de estas un afamado personaje literario presenta una demanda ante la secretaria. Sencillamente, no está en absoluto de acuerdo con la sección en la que han catalogado su libro. Es insistente, y sin proponérselo concita el apoyo de varios personajes literarios. Personas externas a la biblioteca también pretenden unirse. Los libros tienen poder, se debe tener cuidado con ellos, podrían sublevarse. Se agrupan a la cabeza del célebre personaje de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro.