Damas y espigas es un retrato de la España rural en los años posteriores a la Guerra Civil, años llenos de carencias y privaciones manifestados a través de la penuria y fatigas de tres
mujeres -dos viudas y otra con su marido en paradero desconocido- que trabajan sin desmayo, luchan por su propia pervivencia, pero sobresalen su instinto y amor materno.
La confianza que les inspira una cuarta persona, incorporada de manera fortuita al grupo de las tres, hace que cada una de ellas desgrane la espiga de su calvario a través de sus propias vivencias.
Es tal la sinceridad del trío que la cuarta persona del grupo -un desconocido para ellas- hace que también ponga de manifiesto el trance padecido en una juventud traumatizada y cruel como ninguna, aunque aparentemente no se perciba. Destaca la valentía, honradez y lealtad de las protagonistas dispuestas a vejaciones antes de comprometer a quien confió en ellas.
Todo es un relato de ficción propio de la época, observada y vista por el ojo del autor, si bien puede haber hechos puntuales que se puedan relacionar con algún suceso real que haya servido de motivo o base pero que de ninguna manera se puede identificar ni circunscribir con el contenido de este libro.