Daniel es un niño feliz en un barrio de clase media en la España de los años 50. Inducido por su padre, ingresa a la edad de 10 años en el seminario de los Padres Agustinos situado en una aldea de la Galicia profunda. La vida dura, casi monacal, del internado forja su carácter y le prepara para su futuro. Una vez fuera del seminario, ansía nuevos aires de libertad y viaja a Londres donde vive nuevas experiencias. A su regreso, decide estudiar Filología Inglesa y trabajar durante un tiempo como docente. Para perfeccionar el idioma viaja a Estados Unidos, donde se replantea su vida profesional hasta el punto de aceptar la oferta de su tío para trabajar como camionero. Esta decisión supone un cambio radical en su vida ofreciéndole la oportunidad de encontrar el amor y a sí mismo. Pasados los años, Daniel vive la crisis española hasta implicarse social y humanamente enfrentándose, una vez más, a los “leones”.