“Compañeros de camino” es el apellido que acompaña la biografía de Danza Invisible.
Una idea de José Cortés “Wosky”. Es la intrahistoria de la mítica banda de Torremolinos. Es el antetítulo de “A este lado de la carretera”, uno de los grandes éxitos de su dilatada trayectoria musical. Javier, Antonio, Manolo y Chris son compañeros de camino durante 35 años. Se dice pronto.
No dejaron de girar ningún año, desde que la formación se completó en 1982 hasta la primavera de 2017, una perseverancia al alcance de los elegidos y con cuatro de sus cinco miembros originales desde el kilómetro 0. El secreto es que son amigos y que disfrutan con su trabajo.
A este homenaje literario se han sumado 15 dedicatorias de grandes artistas y críticos de leyenda como Jesús Ordovás y Julio Ruíz. Y la familia Danza, músicos y colaboradores que se han subido al escenario con los malagueños en este largo viaje.
En esta biografía de Danza Invisible hay fotos inéditas que ni la propia banda ha bía visto y una colección de anécdotas que no tienen desperdicio: travesuras y excesos que han prescrito y que ya se pueden contar. Pequeñas locuras de juventud. El libro está plagado de vivencias divertidas, contadas por el autor – uno de sus mejores fans – a su manera. Así es imposible ser objetivo pero se trataba de eso. Quién mejor que un fiel seguidor, un representante de su club de fans, para darle forma y rigor a un estilo de vida de los socios fundadores del “Club del alcohol”. Brindemos por ello.
“Danza Invisible. Compañeros de camino”.
Una biografía de Salva R. Moya.