Al abrigo de unas colinas en una entrada natural del mar dormitaban cuatro casas abandonadas. Daysan estudió el lugar mientras sus hombres lo observaban. Sin conocerlo demasiado, alguien podría haber pensado que la derrota había acabado por hundirle. Hacía rato que se había quitado el turbante, el pelo sucio y despeinado le tapaba la cara, las profundas ojeras que surcaban sus ojos quedaban hundidas tras la sangre como una calavera en la mesa del sacrificio.
Pero Daysan no estaba vencido. Tras ese rostro frío y apagado el brillo inquieto de sus ojos grises gritaba que encontraría la manera. Siempre lo hacía, y sus guerreros lo sabían, por eso, cuando con un gesto lento señaló las ruinas que lo rodeaban y desmontó de su caballo, todos le siguieron.
Este libro discurre en el siglo X, cuando Cartagena quedó convertida en una aldea después de la época Visigoda. Nuestro héroe Daysan, quedará prendado de la que fue una gran ciudad y se propondrá devolverle su antiguo esplendor.
Junto a personajes como Abderramán III o Omar Ibn Hafsun viviremos muchas aventuras, y entre todas ellas, un misterio, una mujer que puede hablar con el más allá y que acompañará a nuestro protagonista.
Mucho de lo escrito en esta novela se basa en hechos reales, y es a través de la historia como se ha ido construyendo una trama bañada de misterios y relaciones sorprendentes.