Los orígenes de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País en España se remontan a la segunda mitad del siglo XVIII, en que se ha puesto en funcionamiento el ideal educativo y profesional de sus ciudadanos a través del fomento científico y cultural. En Santiago de Compostela, se instaló una institución de esta naturaleza en 1784, la cual mantuvo diversas escuelas, siendo una de ellas la de música. Creada en 1877, su academia musical se destacó por los significativos resultados frente a sus alumnos y, a la vez, generó la proliferación de profesionales en este arte. Su afán benéfico e instructivo ha estado latente hasta 1953, año que la escuela de música obtuvo el título de Conservatorio Regional y se desvinculó de la Sociedad Económica.