Que no te convenzan otros de dejar tu senda por seguir ajenos pasos que son lazos y son cadenas, que atan con egos y alhajas, y son: torres de arena.
Él da vigor a tus alas para alcanzar las altas cimas cual colibrí de luz que se adentra en la Arcadia etérea de sedeños reinos, cuando en loto de luz el alma abierta, su edén halla en la emoción sublime y río de belleza fluye a la vida en un Parnaso de poemas y Castalias rimas.
Alfonso Ortega Tomás