Para esta recopilación de cuentos —nuevos en su mayoría y otros dispersos en prensa digital, diversas revistas o finalistas de algunos concursos—, el autor había pensado en otros dos títulos. Uno de ellos era De todos los colores, título que resumiría bien la variedad de los mismos. Podemos encontrar aquí una galería de personajes anodinos o alucinados que protagonizan toda suerte de insensateces. Mujeres y hombres solitarios, melancólicos, derrotados a veces. Algunos arrastran adicciones y obsesiones delirantes, y otros trapichean con su talento creativo, pero también hay naves espaciales que regresan de viajes imposibles, cines inquietantes, adolescentes algo canallas, rústicos apareamientos, piratas de profesión equivocada, algunas confesiones y, sobre todo, humor. Piruetas era el segundo título pensado por el autor; las piruetas con las que suelen acabar los relatos. El autor busca la sorpresa que nos deje un gesto de desconcierto o asombro, y siempre una sonrisa.