A 2515 metros de altura, en una cena entre montañeros, una pregunta inocente hace que el autor de este libro hiciera realidad la respuesta que finalmente dio: «Hacer el Teide desde nivel cero». Esta historia llegó a madurar en una conferencia sobre los techos españoles, cuando el ponente dijo: «Si no has estado ahí, nunca sabrás la magia que tiene esa montaña».
Fue el paso definitivo para llegar a poner los pies sobre el cráter del tercer volcán más alto del planeta desde el lecho marino. Una aventura que lo llevó desde el mismo nivel del mar, pasando por el Valle de la Orotava, hasta llegar a los 3716 metros de altura; en dos jornadas llenas de pequeñas aventuras y de recuerdos imborrables. La naturaleza de este proyecto, felizmente culminado, está lleno de detalles de todo tipo. Sin embargo, este montañero disfrutó de una experiencia en un Tenerife diferente, al que muchos buscan en esa mágica y espectacular isla.