Hay una paz que no es fruto de que suceda determinada cosa, esté en cierto lugar o llegue algún momento.
Hay un descanso que reside en dejar de buscar y esperar, para abrirme a vivir la forma que toma este instante en lo que sucede y siento, sea esto lo que sea.
Sí, hay un lugar que es aquí, un momento que es ahora y una forma que es esta, donde tengo mi cita con la vida.
Aquí me doy cuenta de la tensión y el cansancio que surgía de mi resistencia y rechazo.
Y aquí empiezo a descansar y percibir cómo se abre un espacio de presencia en el que me envuelve la ternura.