Escribir sobre el presente de un encuentro involuntario con la «justicia» no es fácil ni posiblemente difícil, tampoco es cuestión de conseguir que alguien te cuente cómo le ha ido el guion, todo está reflejado en los hechos acaecidos sin más preámbulo de cómo realmente se vive cuando estás exento de tu libertad.
En el espacio de noventa días, en una situación donde no se hace nada aparentemente, se pueden hacer muchas cosas. El resultado está patente en esta historia de amor diluida en un ramillete de poemas que van surgiendo enredados en el mismo evento desde el principio. La historia de amor que le sigue se envuelve en el relato, donde el sol, junto con la niña de oro, toman todo el protagonismo, que Antoni Garrido encaja con pasión narrativa, al tratarse de unos hechos vividos en primera persona.