Este poemario nace de la necesidad vital de escribir, de plasmar mis sentimientos en palabras de manera desbocada y ágil, sin cortar ni pegar ningún nuevo pensamiento ni sentir, no se ha retocado ni corregido para tener presente el origen de mi escritura incesante. No tiene influencias porque es una reflexión vital y una búsqueda y encuentro interior a través de la poesía para aliviar mente y corazón.
Tiene de fondo colores y olores, el azul del mar, el olor de mi isla, la negritud del rofe que acoge y aguarda la humedad para dar vida, de jable y sequía hirientes pero envolventes y, sobre todo, de amor por cada paso dado. Refleja mi estancia en Alfaix, los paseos por su sierra, y mi profundo amor por la vida, mi familia en la lejanía, mis hijas, pareja, los años en París y, de fondo, ese reflejo de los pasos del Lorca triste y firme en el sentir y pensar, sus heridas agudas envueltas en su alegría vital y perspicacia constante. Deseo una grata lectura y en sus manos pongo mi corazón y noches de desvelo.