En Despedida cohabitan distintas historias al mismo tiempo, en diferentes niveles temporales y narrativos. Como una muñeca rusa, el autor esconde dentro de cada una de ellas, una más pequeña, pero no menos trascendente. El lector se verá atrapado por la intriga, la tensión y los planteamientos existenciales que cohabitan al mismo tiempo en dos niveles distintos: uno que atañe a la Historia (en mayúsculas) de uno de los momentos más trascendentes de la segunda mitad del s. xx, y que aún hoy afecta a miles de personas, y otro que hace referencia a la historia (en minúscula), que se escribe a partir del día a día de las personas, de sus experiencias y de sus anhelos, de sus preguntas y sus respuestas. Una novela metonímica que, a partir de
la descripción de una parte, logra explicar el todo. Y este «todo» resulta estremecedor. Ante él, el lector no podrá salir indemne.