La poesía y el amor es el mismo vínculo. Tienen el mismo lenguaje. Porque el amor se nutre de lo mejor de la persona y lo mejor de ella está en su interior y ahí está la poesía. Esa revelación espontánea del ser humano a través de la inspiración, basada en las ideas como forma de expresión, de sentir y de ser. En este libro me he vaciado y al mismo tiempo me llena. Me he vaciado al escribirlo y me llena al leerlo. Es la fuente de inspiración que se regenera, que sale de ese filtro humano llamado alma y que el corazón bombea para que salga al exterior y tome vida, tratando de dar sensaciones al ser leído. Son poemas adaptables para que se entiendan y que el lector de poesías agradece. No es más que la búsqueda de mi yo que me supera para comprenderme más y creer más en mí, donde hubo un latido más profundo que los demás, el cual capté llamado amor, protagonista del libro y causa para seguir escribiendo por su espesura siempre soleada que son los destellos del fervor.