Juan irrumpe en una nueva década con ideas claras, rotundas e inviables de cómo quiere que sea su vida a partir de este momento. Tras haber llevado a cabo un duro trabajo de investigación social en el centro más importante del país, ahora le toca exprimir la vida durante unos meses. Es la oportunidad para poner en marcha el cambio vital que desea y que le hará huir como de la peste de las obligaciones y compromisos que surjan amenazantes, reservando esos días libres para él, su familia y amigos, en una lucha frontal contra el ritmo de vida acelerado en el que habitualmente se ve inmerso y que odia con todas sus fuerzas.
Estando en ello recibe la noticia de que Manu, uno de los amigos del grupo de toda la vida, se ha ido a vivir a un pueblo de Almería sin razón aparente, sin avisar, dando un golpe de timón a la rutina que llevaba en la capital. Juan disfraza de curiosidad y aventura la necesidad de descubrir la que piensa puede ser la fórmula con la que poder alcanzar el estilo de vida que persigue y no parará hasta conseguir que el grupo de amigos, Los Rotos, haga el viaje que les lleve a Luca, la villa idílica donde vive Manu.
El encuentro pondrá a prueba la amistad entre los cinco colegas en una comarca con una áurea muy distinta a la de la gran ciudad, en la que conviven estilos de vida diferentes pero no exentos de lucha por la supervivencia, un lugar donde Los Rotos serán protagonistas de situaciones que nunca pensaron pero que recordarán toda su vida.
El protagonista derrocha una fuerza vital cargada de humor que le da la oportunidad de relativizar y dejarse llevar, convirtiéndose en un auténtico líder de lo personal que va clarificando ideas para elegir el camino que desea y no otro.