Desde el vuelo del primer aeroplano al imaginario viaje a la Luna de un huertano, pasando por las revoluciones sociales de principios de siglo, por las guerras civil y mundial, por las penurias de la postguerra, la guerra fría o el desarrollismo de los sesenta, nada escapó a la pluma de Nicolás Rex, que año tras año a través de sus bandos y romances registró el transcurrir de la Huerta de Murcia durante casi un siglo. Tras la selección y publicación de algunas de estas obras en su primer libro, “Entre ciecas y cañares” (1962), y transcurridos ya casi cincuenta años desde su muerte, constituye ésta la segunda recopilación de todas esas pequeñas composiciones.
Sin embargo es ahora, al reunirlas cronológicamente, cuando alcanzan toda su dimensión. Consideradas en conjunto constituyen una singular e interesante crónica de lo cotidiano, en el último testimonio posible de un mundo olvidado, de costumbres arcaicas y habla morisca. El lector se verá inmerso en un mundo donde los grandes hechos del exterior se diluían entre los avenamientos de la huerta y perdían toda notoriedad anteel ciclo anual de cosechas o frente al temor a la “nube de piedra”. Donde la “bomba trómica” compartía titular con la “riá” y el Sputnik no era más que otro tema de conversación durante el “esprefollo” de la panocha. Juntas, todas estas pequeñas historias adquieren una nueva perspectiva, más allá del tono festivo con que individualmente pudieron ser compuestas, para convertirse en una imprescindible crónica de la Huerta de Murcia durante el pasado siglo.