Doña Urraca nació distinta.
Pronto descubrió que en su interior albergaba un don para crear y que debía ser compartido con los demás.
¿Conseguirá esta «manitas de plata» ganarse la admiración y el afecto de los moradores del bosque?
A lo mejor doña Urraca se ha cruzado en tu camino, quizás guarde sus objetos favoritos en el alféizar de tu ventana, tal vez sea alguien como tú o como yo.