Tomando como punto de partida la conexión tan especial entre una escritora y sus nietos, la narradora de Dos orillas cuenta la historia de la herencia que Carmen, la escritora, cuando presiente próximo el final de su etapa creativa,
deja a Cristina, la mayor de los nietos, interlocutora cómplice que tan bien conoce la relación de su abuela con las letras y su gusto por la música y los libros.
Llegado el momento, Cristina se encuentra con una serie de escritos en los que su creadora reflexiona sobre los roles de género, la concepción del feminismo en la sociedad actual vs la de cincuenta años atrás, la relatividad del tiempo, los límites entre realidad y ficción, y sobre el origen, autoría y fiabilidad de los recuerdos.
Escritura dentro de la escritura. Memoria e imaginación aunadas a través del sentimiento para construir un relato que la autora aborda con las ganas que le regala la ilusión, junto con el convencimiento de que será la última obra
que escriba. Y con el temor de que acabe por quedarse en un relato inacabado.
Como inacabada devendrá su propia historia.