En 1885, la bella localidad de Saravillo fue noticia en toda España y parte del extranjero. Su protagonista, un lugareño de Cálig, en el Maestrat castellonense, se ve envuelto en una serie de disputas económicas y políticas y termina disparando a su suegro. Tras el altercado, huye dejando a su mujer y a su hijo y acaba unido a la suerte de unos bandoleros, con los que llegará al valle oscense de Chistau. En el desenlace tiene una crucial intervención el peculiar sacerdote de Saravillo, mosén Bruno Fierro.
El ahorcado que habló. Noticia de 1885 en el Maestrat y en el Bal de Chistau es una novela costumbrista que relata con ironía y humor lo que pudo ser, lo que pudo ocurrir o lo que ni tan siquiera existió, con el fin de rendir un sincero homenaje a la palabra no escrita transmitida de generación en generación. Respetando los datos históricos y los personajes reales, esta novela los recrea en un entorno que unió a dos pueblos tan distintos y tan distantes como Cálig y Saravillo.