El amor esquivo, una recopilación de cinco cuentos o relatos independientes, se articula en torno a la temática estrella de la autora: el amor, aunque tratado desde una perspectiva que ella misma ha calificado de “bergmaniana”, dada su admiración por algunos films del cineasta sueco, Ingmar Bergman. No fue algo premeditado, simplemente salió así, y los personajes
que desfilan por las cinco obras nos dejan ver, con singular lucidez, la gran vivencia del amor y sus dificultades y secuelas, casi siempre dramáticas. Como si la propia vida no permitiera los desenlaces felices del sentimiento que, por excelencia, nos humaniza. Eduardo, Aurora, Aldo, Sandra y Ofelia han amado hasta el delirio; son personajes que arrastran —casi como los creados por Bergman, de ahí el cotejo—un pesado lastre en sus vidas, en sus mentes, en sus emociones, en el modo cómo encaran la existencia. Personajes con los que nos podemos cruzar por la calle, ignorantes del dolor que cargan en su alma,el dolor de vivir, porque cuando el amor nos esquiva, no hay lenitivo. Por eso, sus recorridos íntimos, desesperados y a veces enigmáticos en la desnudez de sus almas, se apoderarán del lector como las películas de Bergman del espectador, transportándolo a una experiencia inquietante pero, seguramente, catártica, de las que hacen crecer y oxigenarse.